domingo, 10 de mayo de 2015

Acedera


Existen tres clases de acedera (granda, pequeña y en escudete que tienen idénticas propiedades y similar contenido en ácido oxálico, que le confiere el picante sabor que le caracteriza.

Posee propiedades refrescantes, diuréticas, febrífugas, estimulante de apetito, laxantes, depurativas, tónicas y vermífugas, y su utilización resulta oportuna en las insuficiencias del aparato urinario y el digestivo, trastornos del estómago e intestino, hemorroides, úlceras de la boca y faringe, pérdida del apetito y estados febriles, aplicadas exte-riormente es muy útil para combatir las afecciones cutáneas (herpes, acné, etc.), abscesos o úlceras. Las raíces y semillas están indicadas contra las diarreas, dolores intestinales, cólicos y disentería. Puede tormarse en forma de decocción de las hojas frescas, de las que se utilizará un puñado en un litro de agua, que deberá hervir de 10 a 15 minutos. Para uso externo se utilizará la decocción de hojas (dos puñados por litro de agua). Para la decocción de raíces y semillas, échese un pedacito de raíz y tres pulgaradas de semillas en un litro de agua.

Las cataplasmas calientes de hojas hervidas mezcladas con igual volumen de manteca de cerdo hacen madurar los abscesos con rapidez.

Insuficiencia renal, trastornos digestivos, hemorroides, úlceras de la boca y faringe, hipertemia, estreñimiento, inapetencia, afecciones cutáneas, cólicos, disentería.
Dosis: una taza diaria.

Contraindicaciones: debido a su alto contenido de ácido oxálico, deberá proscribirse su uso en los enfermos artríticos, gotosos, reumáticos y aquellos que tienen propensión a formar cálculos; dispépticos aquejados de úlcera o hipercloridia.

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