sábado, 31 de enero de 2015

LOS PRINCIPIOS ACTIVOS DE LAS PLANTAS MEDICINALES

Los principios activos son sustancias que se encuentran en las distintas partes u órganos de las plantas y que alteran o modifican el funcionamiento de órganos y sistemas del cuerpo humano y animal. La investigación científica ha permitido descubrir una variada gama de principios activos, de los cuales los más importantes desde el punto de vista de la salud, son los aceites esenciales, los alcaloides, los glucósidos o heterósidos, los mucílagos y gomas, y los taninos.
Existen en las plantas otros principios activos relevantes denominados nutrientes esenciales, como las vitaminas, minerales, aminoácidos, carbohidratos y fibras, azúcares diversos, ácidos orgánicos, lípidos y los antibióticos.
Los principios activos se clasifican, según su estructura química, en grupos:
  • HETERÓSIDOS: Antraquinónicos, Cardiotónicos, Cianogénicos, Cumarínicos, Fenólicos, Flavónicos, Ranunculósidos, Saponósidos, Sulfurados.
  • POLIFENOLES. Ácidos fenólicos; Cumarinas; Flavonoides; Lignanos; Taninos; Quinonas.
  • TERPENOIDES. Aceites esenciales; Iridoides; Lactonas; Diterpenos; Saponinas.
  • ALCALOIDES
HETERÓSIDOS
Los glucósidos o heterósidos son compuestos que están formadas por 2 partes: una es un azúcar (p.e. glucosa) y la otra de no-azúcar o aglucona, aglicón o genina.
El enlace entre ambas es hidrolizable y debe romperse para que se active el compuesto; esta ruptura es catalizada por fermentos que contiene la misma planta.
Se clasifican de acuerdo a las características estructurales de la parte no-azúcar o aglicón, tal y como se muestra en la tabla. So nombre termina en –ósido, aunque algunos mantienen su nombre tradicional acabado en –ina (por ejemplo, digitoxina).
Constituyen los principios activos de muchas plantas y su actividad farmacológica se debe fundamentalmente a la parte no glucídica.
Los más importantes son los antraquinónicos, los cianogénicos, los cardiotónicos y los cumarínicos. También los fenólicos, ya que es en este grupo en el que se encuentra la salicilina, precursora del ácido acetil salicílico, o aspirina.
  • HETERÓSIDOS ANTRAQUINÓNICOS
Consisten en una molécula de azúcar unido a un derivado del antraceno (ver quinonas). Se emplean como laxantes o purgantes.
  • HETERÓSIDOS CARDIOTÓNICOS
A este grupo pertenecen una serie de principios activos que actúan directamente sobre el músculo cardiaco y por tanto ejercen su acción terapéutica en la insuficiencia cardíaca congestiva o en las alteraciones del ritmo cardíaco. Sin embargo, precisamente por la gravedad de esta patología y las características especiales de estos principios activos, cuyo margen terapéutico es sumamente estrecho, muchas de las drogas que los contienen no se emplean en la actualidad directamente como productos fitoterapéuticos aunque sus principios activos aislados siguen siendo indispensables en la terapéutica.

  • HETERÓSIDOS CIANOGÉNICOS
Hay plantas que desprenden ácido cianhídrico (Fenómeno que se conoce como cianogénesis). Han sido causa de envenenamientos mortales.
La única droga que se emplea en fitoterapia por su contenido en estas sustancias es el laurel cerezo (Prunus laurocerasus), que contiene prunasósido. Se emplea como agua destilada, como antiespasmódico, estimulante de la respiración y aromatizante.
  • HETERÓSIDOS CUMARÍNICOS
La cumarina es un aromatizante. Tienen propiedades vitamínicas, disminuyen la permeabilidad capilar y aumentan la resistencia de las paredes de capilares (protegen la fragilidad capilar y actúan como tónico venoso). Algunos tienen propiedades sedantes, como la angelicina. Pueden tener propiedades hipnóticas.
En la genciana encontramos la amarogenciana. Por ser amargos son estimulantes del apetito y digestión, excitan las papilas linguales. Por vía refleja actúa en el estómago, aumentando la motilidad, favoreciendo el aumento de secreciones. Está contraindicada en la lactancia ya que los principios activos pasan a la leche materna.
En la corteza del castaño de indias también se encuentran. Tanto la corteza como las semillas tienen acción similar, pero los principios activos son diferentes, la única que tiene cumarinas es la corteza.

POLIFENOLES
Son sustancias que tienen un núcleo bencénico que soporta un grupo hidroxilo. Se suelen unir a azúcares para formar heterósidos pero también se pueden encontrar libres. Van desde sustancias muy simples, hasta muy complejas como las ligninas y taninos. Los grupos más importantes de este grupo son los ácidos fenólicos o fenoles, las cumarinas, los flavonoides, los lignanos, los taninos y las quinonas.
  • ÁCIDOS FENÓLICOS
Son aril-carboxílicos, con uno o más grupos OH en el arilo. Sus acciones farmacológicas y aplicaciones son diversas, como antioxidantes, analgésicos, coleréticos etc. El eugenol por ejemplo es un antiséptico y anestésico local empleado en odontología. Entre los fenoles en estado libre, se encuentran constituyentes importantes de las esencias, como el timol y su isómero el carvacrol (esencias de tomillo). Muchos de los fenoles están en estado de éter oxidado en las esencias, entre ellos el estragol, la miristicina, el apiol, y el atenol.
  • FLAVONOIDES
Los flavonoides son los pigmentos amarillos derivados de la fenil-benzo γ pirona o fenil cromona. Se dan mucho en el reino vegetal, normalmente en forma de heterósidos. Son una estructura molecular del tipo C6 – C3 – C6. Son una familia muy diversa de compuestos, aunque todos los productos finales se caracterizan por ser polifenólicos y solubles en agua. Existen 6 clases principales, las chalconas, las flavonas, los flavonoles, los flavanoles, las antocianidinas, y los taninos condensados, y otras dos más, las xantonas y las auronas.
  • CUMARINAS
Son benzo − α – pironas. Con el nombre de cumarinas se conoce a un grupo muy amplio de principios activos fenólicos que se encuentran en plantas medicinales y tienen en común una estructura química de 2H-1-benzopiran-2-ona, denominada cumarina. Sobre esta estructura se disponen sustituyentes de distinta naturaleza química lo que da lugar a distintos tipos de cumarinas: sencillas y complejas.
  • LIGNANOS
Son moléculas cuya estructura resulta de la unión de 2 unidades del fenil propano (C6 – C3). Son muy abundantes en el reino vegetal. Por ejemplo, la podofilotoxina, se encuentra en el rizoma del podófilo (Podophyllum peltatum) y es la precursora de 2 sustancias (etopósido y tenipósido) empleadas en terapia antitumoral. También la silimarina, que es hepatoprotectora y se obtiene del cardo mariano (Sylibum marianum).
  • TANINOS
Son substancias complejas que no es posible clasificar dentro de una estructura química única. Son sustancias polifenólicas hidrosolubles no nitrogenadas, de origen vegetal, de peso molecular entre 500 y 3000, que además de dar las reacciones clásicas de los fenoles, precipitan gelatina, sales de alcaloides y metales pesados.
El tanino se encuentra principalmente en las raíces, la corteza, y de vez en cuando en las hojas de la planta. Estos compuestos tienen propiedades antibacterianas, astringentes y antisépticas. Se encuentran especialmente en las familias de las Ericáceas, Leguminosas, Rosáceas y Salicáceas.
  • QUINONAS
Son dicetonas aromáticas procedentes de la oxidación de fenoles.
Hay varios tipos:
• Para - Benzoquinonas: derivadas del benceno. Muy activas (antimicrobianas, antifúngicas)
• Naftoquinonas: derivadas del naftaleno. Antibacterianas y antifíngicas.
• Antraciclinonas: Derivadas del naftaceno. Constituyen el núcleo de antibióticos muy importantes como la daunomicina y la doxorubicina, y las tetraciclinas.
• Antraquinonas y fenantraquinonas: derivadas del antraceno y el fenantreno, son principios activos laxantes y purgantes, en sus formas de heterósido.
TERPENOIDES
Los terpenoides están formados por la unión de un número entero de unidades de isopreno (C5). Entre ellos agrupamos a: iridoides, lactonas sesquiterpénicas y Saponinas.
  • IRIDOIDES
Son compuestos monoterpénicos, su nombre proviene de unas hormigas australianas (Iridomirmex sp) a partir de las cuales se aisló el iridodial, el compuesto más sencillo de este grupo. Se suelen encontrar en los vegetales en forma de heterósidos, en las familias Gencianáceas y Valerianáceas.
  • LACTONAS SESQUITERPÉNICAS
Se encuentran abundantemente en la familia de las Compuestas, Lauraceas y Magnoliaceas, y son responsables del sabor amargo de muchas drogas como el cardo santo (Cnicus benedictus), el ajenjo (Artemisia absinthium) o el diente de león (Taraxacum officinale). Tienen actividad antibacteriana y antifúngica. Algunas producen dermatitis en la piel ya que inducen la formación de alérgenos.
  • SAPONINAS
O saponósidos, del latín sapo = jabón, son sustancias que tienen poder espumante en soluciones acuosas, y son tensoactivos naturales. Muchas poseen propiedades hemolíticas (desintegración de los eritrocitos), resultando muy tóxicas inyectadas en sangre. La toxicidad se reduce administrándolas vía oral. Son tóxicas para los animales de sangre fría.
ALCALOIDES
Grupo de productos naturales de mayor interés en la farmacognosia. Dentro de este grupo se encuentran sustancias tóxicas incluso a bajas dosis. El primer alcaloide aislado fue la morfina (Sertürner 1805). En 1819 se le dio el nombre de alcaloides debido a su naturaleza básica. Debido a su gran complejidad, aunque comenzaron a aislarse en el siglo XIX, la determinación de su estructura fue posterior.
El conocimiento de los alcaloides naturales ha progresado con el desarrollo de nuevas técnicas de separación y determinación. En 1930 se aislaron más de 300 y se determinó la estructura de 200; en 1950 se aislaron más de 1000; en 1973 entre 5000 y 6000.
DROGAS CON ALCALOIDES DERIVADOS DE LA QUINOLEÍNA (QUININA)
La droga es la corteza desecada de tronco, rama y raíces de Cinchona spp. (Rubiáceas).
La principal acción es la antimalárica debido a la quinina, que es un tóxico para protozoos y paramecios y en particular para el género plasmodium productores del paludismo, Plasmodium vivax y Plasmodium malariae. Es activo sobre las formas asexuadas o esquizontes.

Para más información podeis visitar otras webs como:


jueves, 29 de enero de 2015

Ababol

ABABOL (Amapola)
La parte empleada son los pétalos, que contienen derivados antociánicos y alcaloides isoquinoléicos; estos últimos le confieren una acción sedante leve y espasmolítica, por lo que se utiliza en casos de ansiedad, insomnio, tos espasmódica frecuente en situaciones de procesos asmáticos, tosferina y espasmos gastrointestinales. Pero por la presencia de estos mismos alcaloides no se debe emplear con niños pequeños a no ser bajo control médico y de forma discontinua. Estas mismas precauciones habrá que tenerlas también en cuenta en caso de embarazo. Las semillas nunca se emplearán, ya que la cantidad de alcaloides que se encuentra en ellas es muy alta. Los pétalos contienen además mucílago, que confiere a la planta acción emoliente y béquica, por lo que refuerza su acción antitusiva. Frecuentemente se ha empleado también sobre piel y ojos en casos de conjuntivitis y blefaritis (inflamación de los párpados).

Infusión: Dos gramos de pétalos desecados se ponen en contacto con un cuarto de litro de agua hervido y caliente; se deja en contacto tres minutos, pudiéndose tomar hasta tres veces al día. También se puede preparar para aplicar sobre párpados y como baño ocular.
Extracto fluido: Se toman diez gotas en medio vaso de agua, dos veces al día.
Polvo de planta: Se pueden tomar 300 miligramos de los pétalos pulverizados y secados, a lo largo del día.

miércoles, 28 de enero de 2015

Ababaya

La ABABAYA, tambien conocida en diversas zonas con otras acepciones tales como:
  • Papayo 
  • Carica papaya Ababaya
  • Árbol de Melón 
  • Fruta Bomba 
  • Lechosa 
  • Mamao 
  • Mamén
  • Zapote

El látex y las hojas del papayo contiene papaína, una enzima proteolítica capaz de hidrolizar las proteínas, liberando los aminoácidos que las componen. La papaína actúa de forma similar a la pepsina y a la tripsina, enzimas contenidas en el jugo gástrico y pancreático.

También la papaína forma parte de diversos preparados farmacéuticos. Se usa en cirugía ortopédica para disolver el núcleo del disco intervertebral en caso de hernia de disco.

Tanto el látex como las hojas, convienen a quienes padecen insuficiencia de jugos digestivos, a menudo debido a gastritis o a pancreatitis crónica. Por su efecto vermífugo, son además muy útiles contra los parásitos intestinales, especialmente las tenias.

La papaya, su fruto, es rica en vitaminas A y C y aunque apenas contiene papaína, tonifica la digestión y normaliza el funcionamiento del intestino. El consumo de papayas resulta altamente recomendable en caso de colitis (incluso la ulcerosa), colon irritable y estreñimiento crónico.

Uso: el látex se obtiene practicando incisiones sobre los frutos verdes y sobre el tronco. Se toman de 10 a 20 grs. mezclados con miel y agua caliente, después de cada comida, seguidos de un laxante enérgico si se busca su efecto vermífugo. En infusión preparada con 30 grs. de hojas por litro, se toman 3 tazas diarias.

lunes, 26 de enero de 2015

Algo de historia

La práctica de la fitoterapia es casi tan antigua como el hombre. La fitoterapia es la medicina más antigua y probada del mundo. De forma obligada los individuos y sociedades prehistóricas mantenían un fuerte contacto con la naturaleza la cual, al principio, de una forma accidental repercutía en el hombre, ya fuera por la ingesta de plantas tóxicas o venenosas, picaduras de insecto etcétera. Estas situaciones pasaban a formar parte de la experiencia de las comunidades antiguas que se hacían eco de qué les dañaba, pero también y del mismo modo de una forma accidental, en el más de los casos azarosa, comprendían que la naturaleza era fuente de sustancias con propiedades curativas.

Los primeros documentos escritos, que nos hablan acerca del uso de las plantas medicinales, los encontramos con una antigüedad de unos 4.000 años a.C. Tenemos también los ideogramas de los Sumerios escritos unos 2.500 años a.C., donde encontramos descripción de plantas usadas con fines medicinales. En el código de Hamurabi, unos 2.000 años a.C. encontramos como los babilónicos usaban ya muchas plantas para restaurar su salud; entre ellas tenemos: la menta, el sen, el beleño, ajo, adormidera, cáñamo, etc.
Los Egipcios y los Griegos también dejaron documentos donde se comprueba el uso de los productos naturales en la salud. También se sabe como en la India también se han usado las plantas medicinales.
Aunque en muchas regiones antiguas y aún recientes se ha visto como el uso de las plantas medicinales ha estado asociado a ritos mágicos y religiosos, de todas maneras hay que destacar que este uso ha estado basado en un buen conocimiento de las plantas, adquirido por la experiencia y transmitido de padres a hijos por muchas generaciones.

La fitoterapia (del griego fyton, ‘planta’, ‘vegetal’ y therapeia, ‘terapia’), conocida también como herbolaria (del latín herba, ‘hierba’) es la ciencia del uso extractivo de plantas medicinales o sus derivados con fines terapéuticos, para prevención o tratamiento de patologías. Una traducción etimológica da a entender que se trata de una “terapéutica con plantas”, no obstante esta escueta traducción hace flaco favor al objeto de esta ciencia, pues matizando el concepto se entiende por fitoterapia como “ciencia, y como tal, realiza un estudio cuyo objeto es todo material de origen vegetal con utilidad o finalidad terapéutica; siendo propio de la terapéutica la prevención, atenuación o curación de un estado patológico”. La materia prima vegetal de la que hace uso, sometida a los procedimientos galénicos adecuados permite obtener lo que se conoce como fitofármaco.

La fitoterapia pertenece al ámbito de la medicina y se relaciona estrechamente con la botánica y el estudio del metabolismo secundario vegetal, es ejercida por médicos y por fitoterapeutas. La farmacéutica tiene su aproximación a la fitoterapia en la farmacognosia, que da cuenta de los constituyentes químicos de las plantas o de sus órganos o partes y de las propiedades farmacológicas de estos.

La Fitoterapia moderna, se basa en el conocimiento de la Farmacología, y considera los aspectos farmacodinámicos y farmacocinéticos de los medicamentos basados en plantas medicinales, en estudios preclínicos y clínicos, aunque tiene su punto de origen en el conocimiento ancestral y la experiencia de prueba y error heredada de las pasadas generaciones.

El uso de plantas como recurso terapéutico natural se remonta a tiempos muy remotos. Hoy en día la ciencia confirma la presencia en ellas de compuestos químicos con acciones farmacológicas, denominados principios bioactivos, que constituyen muchas veces los ingredientes primarios utilizados por laboratorios farmacéuticos como punto de partida en el desarrollo de formas comerciales que serán patentadas para su uso terapéutico. Pero también se pueden usar los recursos vegetales con propiedades medicinales para la preparación de extractos estandarizados de plantas o de sus órganos o partes y son denominados fitofármacos. Los fitofármacos alcanzan un papel relevante en la terapéutica moderna y pueden ser utilizados con fines preventivos o de tratamiento de las más diversas patologías y basado en lo que se conoce como la medicina basada en la evidencia. Los fitofármacos incluyen aquellos extractos estandarizados producidos a partir de la totalidad de una planta o de sus partes u órganos. Se incluyen como material o droga vegetal a plantas terrestres y también a las algas.

Hoy en día la tendencia en fitoterapia es recomendar o prescribir productos estandarizados, es decir, que nos aseguren cierta cantidad de principios activos que sepamos que van a ser efectivos. De nada nos sirve prescribir una droga sin saber si está correctamente cuantificada en aquellas sustancias que terapéuticamente son efectivas.

Así, por ejemplo, sabemos que el harpagofito tiene que estar estandarizado en harpagósido, que en este caso es de 50 mg de harpagósido al día. Por lo tanto, si nos presentan un preparado de 350 mg de harpagofito estandarizado al 2% de harpagósido por comprimido, habría que hacer el cálculo de la cantidad de comprimidos que se deben administrar al día. En este caso se llegaría aproximadamente a los 7 comprimidos al día.
Es decir, primero calculamos la cantidad de harpagósido que lleva cada comprimido y en función de dicha cantidad pautamos el número de comprimidos hasta llegar a los 50 mg de harpagósido al día.

domingo, 25 de enero de 2015

El mundo mágico de las plantas medicinales

Si bien la medicina moderna está bien desarrollada en la mayor parte del mundo, grandes sectores de la población de los países en desarrollo todavía dependen de los profesionales tradicionales, las plantas medicinales y los medicamentos herbarios para su atención primaria. Es más, durante los últimos decenios, el interés del público en las terapias naturales ha aumentado enormemente en los países industrializados, y se halla en expansión el uso de plantas medicinales y medicamentos herbarios.
 
Las muchas y diversas formas de los productos medicinales tradicionales han evolucionado frente a entornos ampliamente diferentes en lo etnológico, cultural, climático, geográfico y aun filosófico.
Evaluar estos productos y asegurar su inocuidad y eficacia mediante el registro y la reglamentación plantean importantes desafíos.

Los medicamentos herbarios, que formaron la base de la atención de salud en todo el mundo desde los primeros días de la humanidad, siguen utilizándose ampliamente y tienen una considerable importancia en el comercio internacional. Sigue en aumento el reconocimiento de su valor clínico, farmacéutico y económico, si bien esto varía ampliamente entre un país y otro.
 
Las plantas medicinales son importantes para la investigación farmacológica y el desarrollo de medicamentos, no solo cuando los constituyentes de plantas se usan directamente como agentes terapéuticos sino también como materiales de base para la síntesis de los medicamentos o como modelos para compuestos farmacológicamente activos. Por consiguiente, la reglamentación de la explotación y la exportación, junto con la cooperación y la coordinación internacionales, son esenciales para su conservación a fin de asegurar su disponibilidad para el futuro.
 
La Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica declara que la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica revisten importancia crucial para satisfacer las necesidades de alimentos, de salud y de otra índole de la creciente población mundial, para lo cual son esenciales el acceso a los recursos genéticos y la tecnología, así como el intercambio de los mismos.
 
Los controles legislativos sobre plantas medicinales no han evolucionado según un modelo estructurado de control. Hay diferentes maneras en las cuales los países definen las plantas o hierbas medicinales o los productos derivados de las mismas, y los países han adoptado diversos enfoques en la autorización, el expendio, la fabricación y la comercialización para asegurar su inocuidad, calidad y eficacia.

A pesar de que los medicamentos herbarios se han usado durante muchos siglos, solo una cantidad relativamente pequeña de especies de plantas se ha estudiado para las posibles aplicaciones médicas. Se dispone de datos sobre la seguridad y la eficacia de un número aun menor de plantas, sus extractos y principios activos y las preparaciones que las contienen.